Siento comezar esta entrada así, pero estoy con un cabreo de mil demonios. La entrada que tenía escrita y editada para la ocasión con tanto cariño, de pronto me ha desaparecido del blog. Así sin mas ni mas, la he ido a buscar y ya no estaba. En su lugar se me ha duplicado otra, y ahora tengo 2 entradas de "....." y ninguna de biscuit.
¿De verdad pasan estas cosas? ¿He hecho algo mal?????? Si hay alguien a quien le ha ocurrido esto, estaría encantada de que me lo contase. Por lo menos así sabría que no debo hacer en un futuro. Una cosa si he aprendido, cuando la tenga editada, guardaré una copia en word. Una entrada, por lo menos a mi, me lleva bastante trabajo, y perderlo así de una forma tan tonta me hace subirme por las paredes, porque precisamente tiempo, no es lo que me sobra. Además esta la había escrito con mucha ilusión.
En fin no le voy a dar mas vueltas a la cuestión, porque la entrada de hoy no se merece mas que parabienes y mucho cariño.
Hoy os traigo una receta de celebración, porque la ocasión bien lo merece. Se trata de celebrar el 4º aniversario del Blog de mi amiga Begoña. "Las recetas de Marichu", que lleva deleitándonos con sus recetas casi a diario durante estos cuatro años. Porque Begoña no se cansa de cocinar y de compartir con nostr@s todo tipo de recetas, es un pozo sin fondo¡¡¡¡.
Estuve mucho tiempo dándole vueltas a que plato presentar al Sorteo "Verano Azul". Quería que se tratara de un plato de verano si, pero especial.
Finalmente me decanté por un postre, un biscuit helado de queso con nueces caramelizadas y regado con una salsa de fresas. Es un postre elaborado, pero sencillo a la vez, como lo son Begoña y sus hermanas. Porque si señor hay que decirlo, la calidad humana que atesoran las hermanas Fernández Villarán es de destacar, incluso por encima de la calidad de su blog que es incuestionable.
Para las que desconozcais lo que es un biscuit, es un
tipo de helado. La diferencia con el helado tradicional, se encuentra en
que éste se realiza sobre la base de una crema cocida, y el biscuit sin embargo,
con nata y/o claras montadas, y en este caso además con queso, lo que impide la cristalización de la crema y
hace que no sea necesario realizar el batido al que por contra nos
obliga el helado tradicional, para evitar la cristalizacion.
Como os podéis imaginar, eso hace que el biscuit sea un postre muy fácil de preparar y que además no sea necesario hacer uso de artilugios específicos.
A este biscuit de queso, le añadimos además unas nueces caramelizadas a la miel, que son facilísimas de hacer, y como os he anunciado, lo acompañamos con una salsa de fresas balsámica, que se hace también en un pis pas, y que quita el sentido. Una cosa, si sois de las que el vinagre balsámico no os hace mucha gracia, os anuncio que su sabor no se nota en absoluto en la salsa, pero si le da el punto justito al caramelo y a la acidez de las fresas, así que os recomiendo no prescindir de ella. En todo caso, si andáis muy apurados de tiempo sustituirlo por una mermelada de fresas rebajada, no es lo mismo, pero ayuda a haceros a la idea.
En definitiva, la textura sedosa del biscuit, en contraste con el crujiente de los tropezones de las nueces caramelizadas, la perfecta simbiosis de los sabores del queso y la miel, y el contrapunto que le otorga al dulzor del biscuit, la salsa de fresas con el punto de acidez justo, hacen de este postre un deleite para los sentidos. Si además sois de l@s que os gusta el cheese cake, este es vuestro postre. Os volverá locas. Porbadlo y ya me direis.
Como os podéis imaginar, eso hace que el biscuit sea un postre muy fácil de preparar y que además no sea necesario hacer uso de artilugios específicos.
A este biscuit de queso, le añadimos además unas nueces caramelizadas a la miel, que son facilísimas de hacer, y como os he anunciado, lo acompañamos con una salsa de fresas balsámica, que se hace también en un pis pas, y que quita el sentido. Una cosa, si sois de las que el vinagre balsámico no os hace mucha gracia, os anuncio que su sabor no se nota en absoluto en la salsa, pero si le da el punto justito al caramelo y a la acidez de las fresas, así que os recomiendo no prescindir de ella. En todo caso, si andáis muy apurados de tiempo sustituirlo por una mermelada de fresas rebajada, no es lo mismo, pero ayuda a haceros a la idea.
En definitiva, la textura sedosa del biscuit, en contraste con el crujiente de los tropezones de las nueces caramelizadas, la perfecta simbiosis de los sabores del queso y la miel, y el contrapunto que le otorga al dulzor del biscuit, la salsa de fresas con el punto de acidez justo, hacen de este postre un deleite para los sentidos. Si además sois de l@s que os gusta el cheese cake, este es vuestro postre. Os volverá locas. Porbadlo y ya me direis.
Por último comentaros que este postre, además de facilito y riquísimo, es un postre que se puede preparar con antelación y solo montar en el momento de servir. Eso hará que nos evitemos el stress que muchas veces acompaña a las celebraciones casera, y que el día de marras podamos aplicar toda nuestra atención al resto de platos.
Así que sin mas preámbulos, vamos con la receta.
INGREDIENTES:
Para el biscuit (molde de cake de 20 cm)
- 250 gr. de queso cremoso entero (Philadelphia o similar).
- 100 ml de nata 35% MG.
- 3 yemas de huevos grandes.
- 50 gr. de azúcar.
Para las nueces caramelizadas a la miel. (Sobrarán)
- 100 gr. de nueces peladas.
- 65 gr. de miel suave.
- 15 gr. de mantequilla.
Para la sopa de fresas.
- 200 gr. de fresas partidas en trocitos.
- 125 gr. de azúcar.
- 100 ml de agua.
- 2-3 cucharadas de vinagre balsámico.
Galletas trituradas para la decoración (opcional)
Hojas frescas de tomillo limón para las mas arriesgadas (opcional)
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando las nueces caramelizadas. Hay muchas formas de caramelizar unos frutos secos. La receta que hoy os traigo, es del conocido Chef britanico, Gordon Ramsay. Y es que la que he utilizado, porque Ramsay utiliza en esta receta miel, que le va perfectamente al biscuit de queso al que las vamos a incorporar.
Ponemos en un cazo con fondo grueso y a fuego medio, la miel y la mantequilla. Movemos de vez en cuando para que la mezcla se fusione.
Cuando tengamos nuestra mezcla de miel y mantequilla fusionada, añadimos las nueces y con una espátula de silicona las movemos para que todas ellas se impregnen de la mezcla y queden cubiertas.
Dejamos evaporar el agua que hubiese y cuando practicamente todo el caramelo esté adherido a las nueces y ya casi no quede caramelo en el fondo del cazo, lo que nos llevará unos 5-10 minutos, las sacamos a un silpat o papel sulfurizado para que se enfríen, cuidando que no estén pegadas unas a otras.
Cuando las nueces estén frías y el caramelo durito, lo que conseguiremos en unos 10-15 minutos y las partimos en trozos pequeños. Reservamos.
Con esta cantidad os debieran sobrar nueces, siempre y cuando no hagáis como una menda, que pica y pica, casi dió con todas mientras preparaba el biscuit. Son un excelente aperitivo os lo aseguro.
A continuación preparamos la crema del biscuit de queso.
Para ello con la batidora de mano provista del accesorio de barillas, con el accesorio de globo de la KA, o en ultimo extremo con el batidor de mano, en cuyo caso os recomiendo paciencia y buen brazo, batimos las yemas y el azúcar hasta conseguir una mezcla esponjosa, blanquecina y espesa. Eso es, las blanqueamos.
Añadimos el queso crema y seguimos montando un poco mas, hasta que todo esté bien integrado.
Semimontamos la nata y la agregamos con movimientos envolventes a nuestra preparación.
Por ultimo añadimos las nueces, procurando repartirlas bien por toda la mezcla y también con movimientos envolventes para evitar que la crema se baje.
Forramos con film el recipiente donde la vayamos a depositar, en mi caso un molde de cake de unos 20 cm, y vertemos en su interior la crema. Alisamos con una espátula y llevamos al congelador hasta que se haya endurecido. Mejor de un día para otro.
Preparamos la salsa balsámica de fresas.
Para ello en un cazo de fondo grueso ponemos a fuego medio el azúcar y el agua, removiendo hasta su completa disolución.
Dejamos que comience a hervir y transcurridos 5 minutos añadimos nuestras fresas troceadas y las 2 cucharadas de vinagre balsámico. Revolvemos bien y bajamos el fuego. Dejamos hervir a fuego muy suave durante unos 10 minutos, hasta que el liquido haya espesado ligeramente y se haya consumido en parte.
A la hora de servir, sacamos nuestro biscuit del congelador unos 5 minutos antes, cortamos porciones que servimos regadas con la sopa de fresas y unas galletas trituradas. Como os digo para las mas arriesgadas añadimos unas hojas de tomillo limón, que le aportan un toque de frescor. DELICIOSOOOOOOO.
Como veis, otra opción de presentación es en vasitos individuales como los de las fotos, quedan también perfectos.
Espero que os guste.
Consejos:
- A la hora de montar la nata, y para no fracasar en el intento, es importante que todos los elementos que vayamos a utilizar estén muy fríos. Así que meter unos 5 minutitos en el congelador el bowl, las barillas y la nata, sobre todo para aquell@s que estéis en zonas de mucho calor.
- El biscuit tiende a descongelarse mas facilmente que el helado tradicional, así que no lo saquéis de la nevera con demasiada antelación y si fuera necesario llevarlo al frigorífico.
A disfrutar.
VIRGINIA
Así que sin mas preámbulos, vamos con la receta.
INGREDIENTES:
Para el biscuit (molde de cake de 20 cm)
- 250 gr. de queso cremoso entero (Philadelphia o similar).
- 100 ml de nata 35% MG.
- 3 yemas de huevos grandes.
- 50 gr. de azúcar.
Para las nueces caramelizadas a la miel. (Sobrarán)
- 100 gr. de nueces peladas.
- 65 gr. de miel suave.
- 15 gr. de mantequilla.
Para la sopa de fresas.
- 200 gr. de fresas partidas en trocitos.
- 125 gr. de azúcar.
- 100 ml de agua.
- 2-3 cucharadas de vinagre balsámico.
Galletas trituradas para la decoración (opcional)
Hojas frescas de tomillo limón para las mas arriesgadas (opcional)
PREPARACIÓN:
Comenzamos preparando las nueces caramelizadas. Hay muchas formas de caramelizar unos frutos secos. La receta que hoy os traigo, es del conocido Chef britanico, Gordon Ramsay. Y es que la que he utilizado, porque Ramsay utiliza en esta receta miel, que le va perfectamente al biscuit de queso al que las vamos a incorporar.
Ponemos en un cazo con fondo grueso y a fuego medio, la miel y la mantequilla. Movemos de vez en cuando para que la mezcla se fusione.
Cuando tengamos nuestra mezcla de miel y mantequilla fusionada, añadimos las nueces y con una espátula de silicona las movemos para que todas ellas se impregnen de la mezcla y queden cubiertas.
Dejamos evaporar el agua que hubiese y cuando practicamente todo el caramelo esté adherido a las nueces y ya casi no quede caramelo en el fondo del cazo, lo que nos llevará unos 5-10 minutos, las sacamos a un silpat o papel sulfurizado para que se enfríen, cuidando que no estén pegadas unas a otras.
Cuando las nueces estén frías y el caramelo durito, lo que conseguiremos en unos 10-15 minutos y las partimos en trozos pequeños. Reservamos.
Con esta cantidad os debieran sobrar nueces, siempre y cuando no hagáis como una menda, que pica y pica, casi dió con todas mientras preparaba el biscuit. Son un excelente aperitivo os lo aseguro.
A continuación preparamos la crema del biscuit de queso.
Para ello con la batidora de mano provista del accesorio de barillas, con el accesorio de globo de la KA, o en ultimo extremo con el batidor de mano, en cuyo caso os recomiendo paciencia y buen brazo, batimos las yemas y el azúcar hasta conseguir una mezcla esponjosa, blanquecina y espesa. Eso es, las blanqueamos.
Añadimos el queso crema y seguimos montando un poco mas, hasta que todo esté bien integrado.
Semimontamos la nata y la agregamos con movimientos envolventes a nuestra preparación.
Por ultimo añadimos las nueces, procurando repartirlas bien por toda la mezcla y también con movimientos envolventes para evitar que la crema se baje.
Forramos con film el recipiente donde la vayamos a depositar, en mi caso un molde de cake de unos 20 cm, y vertemos en su interior la crema. Alisamos con una espátula y llevamos al congelador hasta que se haya endurecido. Mejor de un día para otro.
Preparamos la salsa balsámica de fresas.
Para ello en un cazo de fondo grueso ponemos a fuego medio el azúcar y el agua, removiendo hasta su completa disolución.
Dejamos que comience a hervir y transcurridos 5 minutos añadimos nuestras fresas troceadas y las 2 cucharadas de vinagre balsámico. Revolvemos bien y bajamos el fuego. Dejamos hervir a fuego muy suave durante unos 10 minutos, hasta que el liquido haya espesado ligeramente y se haya consumido en parte.
A la hora de servir, sacamos nuestro biscuit del congelador unos 5 minutos antes, cortamos porciones que servimos regadas con la sopa de fresas y unas galletas trituradas. Como os digo para las mas arriesgadas añadimos unas hojas de tomillo limón, que le aportan un toque de frescor. DELICIOSOOOOOOO.
Como veis, otra opción de presentación es en vasitos individuales como los de las fotos, quedan también perfectos.
Espero que os guste.
Consejos:
- A la hora de montar la nata, y para no fracasar en el intento, es importante que todos los elementos que vayamos a utilizar estén muy fríos. Así que meter unos 5 minutitos en el congelador el bowl, las barillas y la nata, sobre todo para aquell@s que estéis en zonas de mucho calor.
- El biscuit tiende a descongelarse mas facilmente que el helado tradicional, así que no lo saquéis de la nevera con demasiada antelación y si fuera necesario llevarlo al frigorífico.
A disfrutar.
VIRGINIA